Educación, Cultura, Recreación y Deporte se delinea la política de Modernización
Educativa que posteriormente es retomada por el Presidente Carlos Salinas de Gortari en el
período 1988-1994.
De la Madrid manifiesta que la política educativa mexicana parte de la relación dialéctica
ente sociedad y educación; la sociedad le da su orientación y le dicta sus características;
asimismo la educación guía a la sociedad y siembra en ella los proyectos que determinan el
futuro. Reconoce que el Sistema Educativo enfrenta problemas críticos que no le permiten
atender los requerimientos y retos que tiene la nación.
Como espina dorsal de todo el sistema, considera que está la formación de maestros. Dice
que cuando el desempeño de los profesores coincide con altos criterios de calidad, la
educación se apoya en un cimiento seguro, pues la sólida formación de los profesores se
traduce en la sólida formación de los estudiantes.
Cuando se refiere a formación de maestros habla de la formación que éstos reciben en las
escuelas normales, criticando la falta de correspondencia entre los planes de formación de
profesores y los operados en la educación preescolar, primaria y secundaria.
Respecto a la capacitación y actualización del magisterio, se le reconoce como una
actividad que se desempeña de acuerdo con criterios y objetivos ya superados, situación
que se ve agravada por una exigua coordinación d esfuerzos entre las instancias que
proporcionan este servicio, lo que genera duplicidad y omisiones. Esta actividad se ha
convertido mas en un requisito escalafonario que en un instrumento para mejorar la
educación. (PNECRD 1984-1988)
Este programa es conocido como la Revolución Educativa y se plantea que su realización
será con los maestros, pues se parte de la convicción del elevado valor social de la
docencia; por tanto, uno de los propósitos fundamentales es la revaloración social y
profesional del magisterio. Se pretende fortalecer al docente, su capacidad profesional, su
responsabilidad social y su vocación de servicio.
Para el logro de los objetivos modernizadores se han de llevar a cabo una serie de
programas estratégicos. Estos son conjuntos de acciones que permiten atender en forma
inmediata aspectos cruciales de la puesta en marcha del programa y que se expresan en tres
vertientes: en los docentes, en los programas y contenidos educativos y en métodos y
técnicas que eleven el aprovechamiento de los alumnos y la eficiencia terminal.
Así, entre las metas sustantivas de este Programa se da el decretos de 1984, mediante el
cual, la educación normal toma como antecedente los estudios de bachillerato y la
elaboración de nuevos planes y programas de estudio a nivel de licenciatura. Para elevar la
capacidad profesional de los profesores de educación básica en servicio, se imparten cursos
de capacitación y actualización para atender a todo el magisterio. Estos cursos y talleres se
llevarán a cabo en coordinación con las áreas operativas y con la Unidades de Servicios
Educativos a Descentralizar.
La descentralización educativa propuesta por el presidente de la Madrid se distinguió de la
promovida por el gobierno de López Portillo en dos aspectos fundamentales:
I)
se trataba de una política más radical: más allá de la desconcentración y de la
descentralización interna de la SEP, se proponía transferir la educación básica y
normal a los gobiernos locales, y
una táctica distinta en su ejecución: la desconcentración lopezportillista comenzó
por ser un hecho -primero se designaron los delegados y luego se definieron las
funciones, organigramas y programas de las delegaciones-; en cambio la
descentralización delamadrista primero fue un proyecto público. Aquélla se hizo y
ésta se dijo. Aquélla se emprendió y el sindicato intentó detenerla; ésta se anunció y
el sindicato y algunos gobiernos locales le quitaron su filo radical y la entramparon
en varios de sus aspectos.( Arnaut, Alberto. Pp 73-74.)
II)
También un objetivo del Programa es la integración pedagógica de la educación básica.
Estas tendencias modernizadoras llegan a su punto culminante en la Política Educativa del
Sexenio de Salinas de Gortari 1989-1994 y fuero conocidas como Políticas de
Modernización Educativa, cuyo discurso central se fundamentaba en dos vertientes:
• por una parte, el distanciamiento respecto a las posturas postrevolucionarias,
especialmente en la versión predominante en los sexenios de Echeverría y López
Portillo.
• por otra, el deseo de incorporar a México al grupo de países altamente
desarrollados.
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